martes, 10 de enero de 2012


Aprendí que la memoria no borra, esconde. Aprendí que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar. Aprendí a pedir perdón cuando me di cuenta del error. Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena. Aprendí que no termina, que cambia de forma. Aprendí que no se puede amar eternamente. Aprendí que nada es tan malo. Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche y que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Aprendí que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de una madre. Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que el para siempre, siempre termina. Aprendí que el que quiere puede y lo consigue. Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.

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